Conciencia: el mejor regalo para despedir el año

“El valor final de la vida depende de la conciencia y el poder de la contemplación más que de la mera supervivencia”

Aristóteles

En un abrir y cerrar de ojos, nos encontramos a las puertas de la Navidad, a punto de despedir este vertiginoso 2023. 

En un mundo marcado por la agitación, la perspectiva del despertar de una verdadera conciencia parece a veces muy lejana. 

¿Vale la pena el compromiso con nuestro desarrollo personal en medio de la vorágine de esta vida? Es una pregunta que puede acechar a todos los que buscan respuestas más allá de la superficie de lo cotidiano.

En el corazón del Eneagrama reside la idea intrínseca de tomar conciencia, un viaje personal que cada individuo emprende a través de su propio patrón. 

En estas fechas tan especiales, queremos reflexionar sobre cómo la conciencia individual se entrelaza con estas fiestas y con el cierre de otro año.

Cada eneatipo nos brinda una ventana única y fascinante para explorar el camino de esta toma de conciencia. 

El 9, con su reflexiva armonía, nos enseña la importancia de la paz y la pertenencia.

El 1 nos llama a la serenidad como una brújula para recordarnos que la autorreflexión y la autodisciplina son las llaves para cultivar un sosiego interior duradero.

El 2 nos muestra cómo la toma de conciencia florece a través del servicio desinteresado, la verdadera empatía y la conexión emocional genuina.

El 3 nos inspira a tomar conciencia de las metas que de verdad importan en la vida y a abrazar nuestra autenticidad más allá de las expectativas externas.

El 4, con su búsqueda de profundidad, significado y autenticidad, nos recuerda la importancia de explorar quién somos de verdad y encontrar nuestra misión única en este mundo, y hacerlo manteniendo un estado de ánimo equilibrado y ecuánime.

El 5, a través de su indagación profunda, nos invita a tomar conciencia de la importancia de la contemplación y del conocimiento útil, pero permaneciendo a la vez conectarnos al mundo y a los demás. 

El 6, nos ayuda a ganar conciencia de que tenemos que tener el coraje de seguir adelante a pesar de nuestros miedos, que en nosotros existe una capacidad innata para discernir y que es necesario recuperar nuestra confianza en la vida para vivirla con plenitud.

El 7, nos muestra cómo la toma de conciencia se encuentra en la apreciación del presente, a través de vivir plenamente las pequeñas cosas de la vida, de enfocarnos en nuestro interior y de vivir de una manera más sobria.

Finalmente, el 8, nos insta a tomar conciencia de nuestra influencia y de nuestro poder personal y a utilizarlos de manera responsable, con determinación, pero sin perder la conexión con nuestro niño interno, puro e inocente. 

Cada eneatipo nos muestra una puerta de entrada hacia la autorreflexión y la transformación personal, guiándonos hacia un nuevo capítulo de autodescubrimiento y crecimiento personal en nuestras vidas. 

Comprender y abrazar las características únicas de nuestra propia personalidad, así como las de los demás, nos puede ayudar a dar pasos significativos en nuestro viaje hacia una toma de conciencia más profunda y verdadera. 

En estos días de reflexión y cierre de año, te invitamos a sumergirte en la profundidad de estos interrogantes para recordar la importancia de cada paso que damos cada uno de nosotros hacia la evolución personal y colectiva.

Queremos aprovechar también para compartir con vosotros una enorme alegría, que es que varias de nuestras alumnas que han finalizado la Certificación Internacional en Eneagrama Aplicado, y lo han hecho con pasión, dedicación y seriedad hacia su proceso personal, han obtenido también la Acreditación como Profesionales del Eneagrama por la IEA (Asociación Internacional de Eneagrama). 

La IEA, como comunidad global que congrega a los profesionales del Eneagrama en el mundo, reconoce y respalda el compromiso de aquellos que han dedicado tiempo y energía para comprender, aplicar y vivir este poderoso sistema de crecimiento personal.  Ellas son:

¡Enhorabuena a todas!

¡Que estas fiestas no solo sean un momento de celebración, sino también un espacio que permita que nazca en nosotros un yo más verdadero que sea fuente de paz y esperanza para nuestro mundo!