Fijación del Eneatipo 1: Corrección

«No temas a la perfección, nunca la alcanzarás.»

(Salvador Dalí)

La Ira es una oposición a la realidad tal como es: imperfecta. Este dilema es el que aqueja al virtuoso y comedido Eneatipo 1. Es por esto, que las personas con esta personalidad, ante un mundo tan imperfecto, entienden que su misión es corregir y “perfeccionar” todo aquello que, en su opinión, necesita ser mejorado. De aquí parte su error cognitivo, su fijación.

Óscar Ichazo, denominaba a esta fijación «Ego-Resent», ya que para él, la fijación que correspondía a la pasión de la Ira era el Resentimiento.

Claudio Naranjo, en su revisión del material aprendido de Ichazo, consideró que el Resentimiento, tenía que ver más con una disposición emocional que cognitiva, por lo que asignó el Perfeccionismo como la fijación del Tipo 1 (aunque originalmente, comenzó llamándola “Bondad Intencional”). Según Naranjo, es en este carácter más que en ninguno en donde la orientación al perfeccionismo sobresale de modo que no deja lugar a dudas. 

Esta característica tiene dos lados, uno interno y otro externo. 

En el externo, implica una obsesión por mejorar las cosas, que no pocas veces se traduce en un empeoramiento de la propia vida y de la de los demás, y que se basa en un concepto cerrado de perfección, ya que compara todo suceso o experiencia con un código preestablecido de valores, modelos, ideas, gustos, normas, etc. 

En el lado interno, hay un anhelo de bondad, de virtud, de ser una persona que se esfuerza por ser mejor; aquí la ira se vuelve hacia uno mismo y da como resultado un superego tirano, y una personalidad iracunda reprimida.

El perfeccionismo no sólo ilustra el hecho de que lo mejor es enemigo de lo bueno, sino que podemos decir que, en el orden cognitivo, implica una tendencia al desequilibrio en las lealtades que se deben al placer y al deber, a la alegría y a la seriedad, al juego y al al trabajo, o a la espontaneidad infantil y a la deliberación madura. 

La relación psicodinámica entre la pasión de la ira y su correspondiente fijaciónes clara: así como podemos conjeturar que la ira es consecuencia de la continua frustración que genera la irritante rigidez del perfeccionista, es también fácil comprender que la estrategia por esforzarse en hacer lo correcto, ha sido con seguridad precedida por la ira en el curso del desarrollo temprano y continúa en la actualidad siendo impulsada por una ira inconsciente.

Durán y Catalán, en su revisión de las fijaciones, proponen como fijación la Corrección, que para ellos encaja mejor en el ámbito mental y que engloba también el perfeccionismo, ya que el 1 ve el mundo bajo el prisma de lo bueno y lo malo, lo correcto y lo incorrecto, lo moral e inmoral. Esto lleva implícito la idea de que el mundo no está bien y que puede mejorar gracias a su intervención.

H. A. Almaas, denomina a esta fijación Ilusión específica, cuyo origen está en la creencia de que solo hay una forma correcta de hacer bien las cosas, y que, por lo tanto, es necesario realizar continuamente juicios comparativos que permitan distinguir entre lo bueno y lo malo, para que esto pueda guiar la conducta. Estos juicios son, para el 1, definitivos, decisivos y, sobre todo, incuestionables.

El resto de los autores coinciden en general con el término original de Ichazo, Resentimiento, aunque no hacen un análisis exhaustivo de esta fijación.

Nosotros nos decantamos por Corrección como fijación para el Eneatipo 1,término que lleva implícito el mencionado perfeccionismo.

Como en anteriores ocasiones, os dejamos un cuadro con las Fijaciones del E1. 

En una próxima noticia abordaremos la Fijación del Tipo 3.