
“El autoengaño es primero un cálido refugio y luego una fría cárcel.”
(M. Jesús Torres)
La Vanidad es una pasión obsesiva por las apariencias, por brillar y por ser visto y aplaudido, destacando ante un público interminable. La forma, lo que se ve, sustituye al ser.
Dentro del mundo del Eneagrama actual, la Vanidad es comúnmente vista como una de las nueve pasiones del Eneagrama, sin embargo para Oscar Ichazo, ésta era la fijación (error cognitivo) del Eneatipo 3, siendo el Engaño el que ocupaba el ámbito pasional.
Claudio Naranjo argumentaba que la Vanidad pertenece a la esfera emocional mientras que el Engaño, al que Naranjo rebautizó como Autoengaño(ya que al primero que engaña el 3 es a sí mismo) estaría en su opinión dentro del ámbito cognitivo.
Engaño, mentira y el resto de términos empleados por Ichazo, no acababan de convencer a Naranjo, ya que en sus propias palabras “más que una falta de veracidad en relación con los hechos (el eneatipo 3 puede ser un informador objetivo y fidedigno) hay en la vanidad una falta de veracidad en relación a los sentimientos y una simulación de que todo está bien”.
Sea como fuere, la cuestión nuclear en el Eneatipo 3 es la identificación con una autoimagen ideal, construida como respuesta a las expectativas de los demás; y es aquí donde subyace su distorsión cognitiva, amparada por la idea loca de “yo soy lo que otros ven”: la identificación total de la persona con el papel y con la máscara, que conduce de manera irremediable, a un estado en el que se pierde contacto con el hecho de estar interpretando un papel y de estar llevando una máscara, y donde todo se acaba haciendo de cara a la galería.
Suele haber en el Autoengaño una identificación total con los deseos, valores y comportamientos de los otros, del “público”, del cual el 3 obtendrá su aplauso y ese tan ansiado reconocimiento, mostrando una imagen actualizada y artificial de acuerdo a lo que él/ella considera socialmente deseable.
Esto lleva al 3 a realizar continuamente una “prospección de mercado” para ver lo que se valora, lo que se estila, lo que es aceptado, intentando así conocer la expectativa del otro en general. Es esa imagen “fabricada” de lo que es valorado y deseado lo que el individuo 3 pretende ser y procura poner en práctica con un esfuerzo característico de este eneatipo porque ¡nadie dijo que fingir fuera fácil!
En síntesis, Naranjo considera la sustitución del ser por la apariencia como la Fijación del Eneatipo 3 y en este autoengaño, es como si el 3 se dijese a sí mismo: “No sé quién soy, todo lo que sé es el papel que represento, ¿de verdad hay algo más?”
Lo paradójico aquí es que en el Autoengaño no hay conciencia de falsedad, ya que los 3 llegan a creerse que realmente son como se muestran, y suelen considerarse a sí mismos muy auténticos y transparentes. Sin embargo, los demás perciben algo falso, una falta de autenticidad, hay algo ficticio en ellos, empezando por una sempiterna sonrisa plástica y automática, producto de estar totalmente desconectados de sí mismos.
Durán y Catalán prefieren utilizar como Fijación el término Prestigio (usualmente atribuido al Subtipo Social del Eneatipo 3) argumentando que es a través de la imagen de prestigio y/o éxito como los 3 se valoran, no solo a sí mismos, sino también a los demás. La apariencia es una apariencia que tiene que ser aprobada y validada por el otro, un reconocimiento social de la imagen “elegida”.
Para H. A. Almaas, la fijación o ilusión especifica correspondiente es la de ser un actor independiente y separado del resto. Se trata del convencimiento de que se puede actuar de un modo independiente del resto del universo, operando como una unidad funcional aislada que consigue las cosas por sí misma, es decir, que la persona, como individuo, es el origen de la acción.
No obstante, el acento de esta acción frenética no radica en conseguir lo que uno quiere, sino en complacer al mundo para que le devuelva la imagen de sí mismo que quiere proyectar. Es como si creyese que no va a ser excluido si consigue destacar y gustar a todo el mundo.
El resto de los autores alternan entre el término original de Ichazo, Vanidad, y el de Naranjo, Autoengaño, aunque, como en otras ocasiones tampoco hacen un análisis exhaustivo de esta fijación.
Para nosotros, la fijación del Eneatipo 3 por la que nos decantamos es por la combinación de Autoengaño / Apariencia.
Os dejamos un cuadro con las Fijaciones del E3 por autor, como hemos hecho en anteriores ocasiones:

En el próximo artículo continuaremos con la Fijación del Eneatipo 2.